Llego el momento de contarte algo, pero no se lo digas a nadie mi vida, es un secreto. Te conozco ya ¿cuánto tiempo? Desde que yo iba a sexto así que, casi que unos cuatro años o más ¿no? Tengo que admitir que desde el primer momento que te vi me recorrió algo por todo el cuerpo, mi piel se erizó y no sé por qué supe que eras diferente. Supe que eras el que yo quería y no me esperaba que llegáramos a estar nunca juntos ya que para mí era algo demasiado imposible por lo lejos que parecías estar de mí y que en ese momento lo estabas, ese tiempo paso sin más solo hablábamos por msn y tampoco mucho, pero no sé siempre me has atraído tienes algo tanto dentro como fuera que te hace perfecto y haces que quiera estar cada vez más cerca tuya, que quiera saber más cosas de ti, que quiera conocerte como nadie y querer tenerte para siempre. Pasaron los años, bastantes, bueno no en realidad sólo fueron dos o cosa así pero incluso sin saber lo que era tenerte a mi lado el tiempo pasaba lento, los días se hacían eternos y las noches cortas ya que me las pasaba durmiendo cosa que ahora ya no hago, en resumen un día cualquiera poco antes de que empezara segundo en el instituto tome la decisión de hablarte, así de repente me apeteció y lo hice. No fue nada fuera de lo normal, luego fuimos a hablando más, tú me ayudaste y te preocupaste por mí casi sin ni si quiera conocerme. El tiempo pasaba y tu y yo seguíamos hablando hasta que un día note que cansaba y simplemente deje de hablarte. Paso un mes, y lo que me costo aguantar sin hacerte caso pero como siempre haces en el último momento cuando menos te lo esperas vuelves lo haces sin darte cuenta es una costumbre tuya, a veces buena y otras mala. Tú estabas con ella, y yo era su amiga, de ambos y así estábamos bien. Yo estaba bien, era agradable estar con los dos era incluso divertido. Pero un verano largo y corto a la vez, pura contradicción, ella se fue un mes entero y te dejo conmigo para que no lo pasarás mal ya que tu estabas jodidísimo temiendo que te la quitaran. Fue un verano bonito y muy muy divertido, el mejor de mi vida, mercedes, tú y yo. Típicos días en los que nos dejabas encerradas en tu casa o bueno a mí sola. Pero un día todo cambió, sí sí he llegado a aquel 26. Empecé a verte con otros ojos y pensar que mi vida carece de sentido hasta que llegaste tú. No puedo decir que esa fuera una buena época, empezó siendo confusa y triste al ver que no sentías lo mismo por mí, sentía envidia pero ¿qué podía hacer? Seguir ahí a pesar de que doliera porque compensaba aunque fuera por una sonrisa tuya. Pero ella llegó y te hizo daño, más que nadie. Me acuerdo de esa tarde que no fue agradable para ninguno de los dos. Estuve ahí contigo, no pasaste una buena época pero yo estaba ahí, bueno en tu casa siempre. Ahí empezó de verdad todo, no fue fácil, no puedo decir que no llorará por pensar que jugabas conmigo y por tener el miedo de preguntar que querías de mí, miedo a lo qué me dijeras y también miedo a secas típico en mí. Pero esa época paso, y empezamos una vez más otros tiempos distintos después de que me vieras llorar delante tuya esa noche de septiembre pasaron los "calentones" y según me escribiste lo que sentías por mí era un sentimiento real. Pero a partir de ese 9 de octubre, empezó la mejor época de mi vida, ese tiempo conocido para mí como FELICIDAD, yo empecé siendo una niña ingenua sin experiencia ninguna en relaciones pensaba que existían los finales felices, pero ningún final es feliz, y también llegue a pensar que era la única para ti y que siempre sería así creía que me amabas más que nada a pesar de las peleas. Me hiciste daño. No sabes cuánto, todavía tengo rencor dentro de mí pero que está muy oculto ya, está empezando a curarse la herida eso es lo que pasa al tenerte a mí lado. Me haces ver que nada importa mientras que pueda acariciarte y besarte sin preocupaciones. Me has enseñado muchas cosas, me has enseñado lo que es la felicidad pero también lo que es el dolor. Pero dónde estés tú lo bueno resalta sobre lo malo. Gracias a ti soy capaz de entender que la felicidad depende del día a día. Pero claro del día a día juntos.
viernes, 5 de agosto de 2011
El único problema y solución.
Llego el momento de contarte algo, pero no se lo digas a nadie mi vida, es un secreto. Te conozco ya ¿cuánto tiempo? Desde que yo iba a sexto así que, casi que unos cuatro años o más ¿no? Tengo que admitir que desde el primer momento que te vi me recorrió algo por todo el cuerpo, mi piel se erizó y no sé por qué supe que eras diferente. Supe que eras el que yo quería y no me esperaba que llegáramos a estar nunca juntos ya que para mí era algo demasiado imposible por lo lejos que parecías estar de mí y que en ese momento lo estabas, ese tiempo paso sin más solo hablábamos por msn y tampoco mucho, pero no sé siempre me has atraído tienes algo tanto dentro como fuera que te hace perfecto y haces que quiera estar cada vez más cerca tuya, que quiera saber más cosas de ti, que quiera conocerte como nadie y querer tenerte para siempre. Pasaron los años, bastantes, bueno no en realidad sólo fueron dos o cosa así pero incluso sin saber lo que era tenerte a mi lado el tiempo pasaba lento, los días se hacían eternos y las noches cortas ya que me las pasaba durmiendo cosa que ahora ya no hago, en resumen un día cualquiera poco antes de que empezara segundo en el instituto tome la decisión de hablarte, así de repente me apeteció y lo hice. No fue nada fuera de lo normal, luego fuimos a hablando más, tú me ayudaste y te preocupaste por mí casi sin ni si quiera conocerme. El tiempo pasaba y tu y yo seguíamos hablando hasta que un día note que cansaba y simplemente deje de hablarte. Paso un mes, y lo que me costo aguantar sin hacerte caso pero como siempre haces en el último momento cuando menos te lo esperas vuelves lo haces sin darte cuenta es una costumbre tuya, a veces buena y otras mala. Tú estabas con ella, y yo era su amiga, de ambos y así estábamos bien. Yo estaba bien, era agradable estar con los dos era incluso divertido. Pero un verano largo y corto a la vez, pura contradicción, ella se fue un mes entero y te dejo conmigo para que no lo pasarás mal ya que tu estabas jodidísimo temiendo que te la quitaran. Fue un verano bonito y muy muy divertido, el mejor de mi vida, mercedes, tú y yo. Típicos días en los que nos dejabas encerradas en tu casa o bueno a mí sola. Pero un día todo cambió, sí sí he llegado a aquel 26. Empecé a verte con otros ojos y pensar que mi vida carece de sentido hasta que llegaste tú. No puedo decir que esa fuera una buena época, empezó siendo confusa y triste al ver que no sentías lo mismo por mí, sentía envidia pero ¿qué podía hacer? Seguir ahí a pesar de que doliera porque compensaba aunque fuera por una sonrisa tuya. Pero ella llegó y te hizo daño, más que nadie. Me acuerdo de esa tarde que no fue agradable para ninguno de los dos. Estuve ahí contigo, no pasaste una buena época pero yo estaba ahí, bueno en tu casa siempre. Ahí empezó de verdad todo, no fue fácil, no puedo decir que no llorará por pensar que jugabas conmigo y por tener el miedo de preguntar que querías de mí, miedo a lo qué me dijeras y también miedo a secas típico en mí. Pero esa época paso, y empezamos una vez más otros tiempos distintos después de que me vieras llorar delante tuya esa noche de septiembre pasaron los "calentones" y según me escribiste lo que sentías por mí era un sentimiento real. Pero a partir de ese 9 de octubre, empezó la mejor época de mi vida, ese tiempo conocido para mí como FELICIDAD, yo empecé siendo una niña ingenua sin experiencia ninguna en relaciones pensaba que existían los finales felices, pero ningún final es feliz, y también llegue a pensar que era la única para ti y que siempre sería así creía que me amabas más que nada a pesar de las peleas. Me hiciste daño. No sabes cuánto, todavía tengo rencor dentro de mí pero que está muy oculto ya, está empezando a curarse la herida eso es lo que pasa al tenerte a mí lado. Me haces ver que nada importa mientras que pueda acariciarte y besarte sin preocupaciones. Me has enseñado muchas cosas, me has enseñado lo que es la felicidad pero también lo que es el dolor. Pero dónde estés tú lo bueno resalta sobre lo malo. Gracias a ti soy capaz de entender que la felicidad depende del día a día. Pero claro del día a día juntos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario