Te adoro.

Ven, necesito tenerte cerca. 

Acercate, necesito tenerte cerca. Sentir tu respiración, tus labios apoyados en mi cuello, tus cálidos y perfectos labios. Notar tu aliento, y que me proporcione una ráfaga de escalofríos. Acercarme a ellos que tanto deseo son capaz de proporcionarme, en busca de ese beso, a la espera de que te decidas a dármelo. Mirar tus ojos, esos ojos que tanto me gustan, esos ojos que puedo llegar a estar mirando horas. Esos ojos que inexplicablemente me encantan, que inexplicablemente me hacen perder la cabeza. Él simplemente, todo lo que le forma me vuelve loca. Desde su nariz, pasando por su cuello y atravesando su espalda hasta llegar a sus pies, rodeando cada parte de su cuerpo. Acariciarle es el mayor de mis placeres, sentir como brota su energía, sentir como se me acelera el pulso mientras que él empieza el mismo recorrido con la yema de sus dedos o simplemente, cuando me abraza haciendome sentir protegida, segura y feliz. Me hace pensar que esto va a durar para siempre, este estado de felicidad en el que no necesito nada mas de lo que ya tengo. Suelo soñar despierta imaginando un futuro, un futuro de dos. Un futuro de nosotros dos.